"El exito es más dulce para quien
nunca lo alcanza"...
Emily Dickinson
Soy nadie
Yo soy nadie. ¿Quién eres tu?
¿Eres nadie también?
Ya somos dos, entonces.
¡No digas nada! ¡Nos desterrarían, ya sabes!
Que tristeza ser alguien
que vulgar: como una rana
¡Cantándole tu nombre día tras día,
a la primera charca que te admire!
Pequeñez
Es cosa tan pequeña nuestro llanto,
son tan pequeña cosa los suspiros...
Sin embargo, por cosas tan pequeñas
vosotros y nosotras nos morimos.
La dicha un abismo...
¿Es la dicha un abismo por lo tanto
que no me deja dar un paso en falso
por miedo a que el calzado se me arruine?
Prefiero que mis pies se den el gusto
a cuidar los zapatos-
por que en cualquier zapatería
una puede comprar
un nuevo par-
Mas la dicha se ve una vez sola
Perdida la patente
nadie podrá comprarla nunca más-
Díganme, pies, decidan la cuestión
¿debe cruzar la señorita, o no?
¡Expídanse, zapatos!
No era la muerte...
No era la muerte, pues yo estaba erguída,
Y todos los muertos, permanecen tendidos.
No era la noche, pues todas las campanas
sacaban la lengua, al mediodía.
No era la escarcha, pues en mi carne
sentí que me invadían los sirocos.
Ni fuego, pues con mis píes de mármol
podía refrescar un presbiterio.
Y sin embargo, tenía el mismo sabor,
las figuras que he visto,
en fila como para su entierro,
me recordaban el mío.
Como si mi vida estuviera recortada,
encajada en un marco,
y no pudiera respirar sin una llave,
y era como la noche, igual.
Cuando todo lo que esta vivo se detiene.
Y el espacio mira con insitencia alrededor.
O los hielos inertes en las primeras mañanas de Otoño,
repelen el latido de la tierra.
Pero, tan cerca del caos, imparable, ausente,
sin salvación ni mástil.
Sin siquiera noticias de la tierra,
que justifiquen la desesperación.
Podría estas más sola sin mi soledad...
Pdría estar más sola sin mi soledad,
tan habituada estoy a mi destino,
tal vez la otra paz,
podría interrumpir la oscuridad
y llenar el pequeño cuarto,
demasiado exiguo en su medida
para contener el sacramento de él.
No estoy habituada a la esperanza,
podría entrometerse en su dulce ostentación,
violar el lugar ordenado para el sufrimiento.
Sería más fácil fallecer con la tierra a la vista,
que conquistar mi azul península,
perecer de deleite.
www.myspace.com/elojoseco
01 abril, 2007
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2 comentarios:
la poesía de emily te lleva a adorar la muerte,la soledad y por que no a la misma vida.La belleza está ahí.Ojalá al leer soy nadie comprendan el placer de la poesía
cuando leí emily comprendí que la belleza estética se halla en todas las cosas:en lo sublime,en lo grotesco.
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